viernes, 7 de agosto de 2015

Etapa 4. Molinaseca - Villafranca del Bierzo

**Diusculpad por la tardanza pero el día de ayer fue muy intenso y no se pudo publicar el post. Gracias**



Así nos recíbía la fría mañana al salir de Molinaseca para partir hacia Villafranca del Bierzo, separadas por 31Km, con parada intermedia en Cacabelos, para desarrollar la actividad que tocaba hoy: concienciación sobre el Cáncer de Pulmón. La etapa, deportivamente hablando, ha sido de transición gracias al terreno recorrido, mucho asfalto pasando por pueblos preciosos y caminos con poca pendiente. Nos ha venido muy bien para recuperar un poco las fuerzas que gastamos ayer, y que las necesitaremos para mañana en la "etapa reina" (argot ciclista) para subir a O Cebreiro, ya en Galicia. La primera ciudad tras la salida ha sido Ponferrada, y qué sorpresa al cruzar la ciudad y encontrarnos de frente con el Castillos de los Templarios. Hemos tenido que parar a fotografiarlo e inmortalizar el momento. IMPRESIONANTE.


 
Al paso por sus calles, peregrinos ya conocidos en los días anteriores, nos animaban y vitoreaban cual deportistas de élite estuvieran al paso. Coincidimos todos los atletas que no era el frío de la mañana el que nos ponía los vellos de punta. Abandonamos Ponferrada por caminos abrazados por bosques y casas que solo hay por esta zona, culminadas por techos de pizarra a dos aguas para combatir el frío invierno. El paso por Camponayara fue anecdótico. A nuestro paso coordinado como suele ser durante todo el camino, un sacerdote a en una pequeña y coqueta iglesia, como casi todas las que hemos visto, nos gritaba sentado en la puerta de su parroquia: ¡Adónde vais tan rápido, que se os olvida firmar vuestra compostela! Cerca de Cacabelos tuvimos la suerte de pasar por medio de un viñedo, y decimos suerte porque en la fechas en las que estamos ya están las vides cargadas de rácimos de uva, y con el ambiente mañanero, imagínense el aspecto que tenían esas uvas. No fue por ganas el pararnos a desayunar. 

La llegada a Cacabelos fue preciosa. Calles estrechas, balcones llenos de geranios, suelo de gruesa piedra,...hasta llegar a la plaza principal. Allí montamos nuestro conocido "chiringuito" para realizar la actividad. Todas las personas que allí se encontraban miraban expectantes para ver y saber qué iba a ocurrir en su plaza, la de toda la vida. Al tomar el micrófono Javier Márquez como es habitual cada día al comienzo de cada actividad, se despejaron las dudas, al informar que íbamos a concienciar sobre el Cáncer de Pulmón. Y no tardaron en llegar los primeros visitantes. Al explicarles la actividad todos sonreían. Consistía simplemente en intercambiar un cigarrillo por un caramelo. Evidentemente no todos los que pasaron por allí fumaban, así que sumándole las casi dos cajetillas de tabaco que hemos logrado arrancar a los fumadores, podemos estar satisfechos. Otra de las actividades realizdas fue una espirometría. Esta prueba consiste en medir la capacidad pulmonar según el aire expirado. Muchos se sorprendían por los resultados obtenidos. Qué bien se lo han pasado y qué bien nos lo hemos pasado. De todos los que pasaron por allí nos quedamos con una señora que no dudó en asistir a la cita en Cacabelos cuando vio en los medios de comunicación lo que el día antes habíamos hecho en el Hospital del Bierzo. El recordar estos detalles en las sesiones nocturnas nos animan a seguir cada día luchando por conseguir nuestro objetivo. !CHAPEAU¡


Abandonamos Cacabelos sobre las 12:30h para acabar el recorrido en Villafranca del Bierzo. Tramo de 8km, algo duro por el calor existente, rozando los 35º. Tramo sin interés y sin consecuencias. La llegada a Villafranca fue una sorpresa al ver el patrimonio cultural que tiene al pasar por sus calles. Llegamos a la plaza central del pueblo, repleta de personas y en especial de peregrinos. Empezamos a sentir que algo grande tendría que pasar esta tarde, ya que allí reproduciríamos la actividad hecha en Cacabelos. Al llegar al albergue, teníamos la sala de recuperación en nuestra puerta: el río Burbia. Vaya dos sesiones de crioterapia que nos ha regalado la naturaleza. Piernas casi perfectas para mañana.


Por la tarde nos sorprendieron desde el Ayuntamiento de Villafranca del Bierzo con una pequeña visita guiada por la población. Gracias por este detalle tan precioso. Todo ese patrimonio que habíamos visto por la mañana nos lo estaban regalando. Asistimos a la Colegiata de Santa María (s. XV) en la que destaca su majestuoso coro de cánónigos, coronado por un impresionante órgano; y también visitamos la Iglesia de San Nicolás del Real (s. XVI) en la que lo más importante es su retablo atípico porque el dorado solamente adorna las figuras religiosas. Muchas gracias a Cristina Dapia por ejercer de guía esa hora maravillosa. 

De ahí nos desplazamos nerviosos hacia la plaza para ver si la multitud de la mañana se parecía de cerca a la de por la tarde. Y diana, estaba a rebosar. La actividad se desarrolló como en los mejores sueños. Recaudamos decenas de cigarrillos, intercambiados lógicamente por caramelos al igual que por la mañana y nos llenó de detalles e impresiones de la gente que se paraba para ver el espectáculo que había en la plaza del teatro de Villafranca. Fueron muchos los que quisieron hacerse su foto rompiendo el cigarrillo, y la verdad que no nos extraña. Ese club de Huelva como nos dicen por ahí, que va corriendo el camino de santiago, ¿quién no le apetece tener una foto con nostros?  Gracias de corazón a todas las personas que se han acercado desinteresadamente para apoyar la causa y a ser en definitva un poco más solidario con quien más lo necesita. Gracias de corazón. Y también como no, al Excelentísimo Alcalde de Villafranca del Bierzo,  José Manuel Pereira, muchas gracias por el acogimiento tan especial que nos habéis hecho desde la corporación municipal. Nos hemos sentidos muy arropados y loados por todas las muestras de cariño. Mañana más, os esperamos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario