Etapa 11. Arzúa - O Pedrouzo

Nos levantábamos esta mañana con las primeras lluvias mañaneras de nuestro particular camino. Teníamos un poco de nerviosismo por lo que nos pudiera deparar esta etapa, ya que cualquier descuido ante la lluvia podría convertirse en alguna lesión importante que le impidiera a algún atleta acabar con éxito la aventura. Hay que decir que no ha sido así y estamos muy contentos por ello por poder salir mañana a correr todos los atletas al completo para recorrer la duodécima y anhelada etapa. La sesión de e-motivación que así las llamamos, como ya bien sabéis, ha estado dedicada a los pequeños detalles. Esos detalles que saben apreciar por desgracia o por suerte, los enfermos de cáncer: una simple puesta de sol, un paseo por el campo, un café en compañía, el olor de la mañana. Así partíamos hacia la penúltima parada, O Pedrouzo, desde Arzúa, en una etapa de 19 km.

Hoy se han unido dos nuevos peregrinos que al haberles contado el Proyecto 12 Etapas 12 Causas el día anterior en la actividad, no han querido perderse estos kilómetros con nosotros. Ya somos casi veinte corredores. Además se ha incorporado un nuevo compañero del club, Domingo, bienvenido y gracias por acompañarnos en lo que nos queda. El correr bajo lluvia es una sensación maravillosa, una lucha contra la naturaleza. Las gotas de lluvia en el rostro deja estampas de sufrimiento en nuestro paso y eso es percibido por los peregrinos que ante las expresiones de esfuerzo nos animan a seguir adelante, a tener precaución, a que no nos vengamos abajo. Día tras día nos ocurre lo mismo y va increscendo, y es que esta magia que envuelve al proyecto, que envuelve a la marea verdirroja, que en definitiva, nos envuelve, creemos que no se apagará nunca.

Así llegamos a O Pedrouzo. Mojados, con mucho frío, con ganas de tomar algo recuperador y una buena ducha de agua caliente para retomar el tono usual. En este proyecto ha imperado el cordialismo, las buenas formas y los agradecimientos sinceros, y es que se han volcado con nosotros por donde hemos pasado. Hoy hemos tenido un malentendido con los responsables de organizarnos el alojamiento y hemos llegado tarde a esa ducha tan ansiada. Esperemos que no nos influya en la salud de los que mañana deseamos tanto recorrer esos últimos 20 km y cumplir nuestro objetivo final.

La actividad que hemos organizado para esta etapa, que ha estado dedicada al Cáncer de Útero, ha sido un reparto de tarjetas de visita a los médicos especialistas para que las mujeres puedan revisarse a modo de prevención de este tipo de cáncer. Para ello hemos paseado por O Pedrouzo por sus calles principales y se han ido uniendo personas a nuestro paso para que la marcha fuera más intensa. Hemos acabado el paseo en la iglesia del pueblo, un enclave precioso para lo que queríamos hacer.

Hemos querido homenajear a todos los que han colaborado con el proyecto y no estábamos pensando en nosotros. Peregrinos amigos que se han unido durante nuestra aventura, peregrinos que aunque no corren con nosotros no se pierden ninguna de las actividades que hacemos, personas que en distintas etapas han colaborado para que las actividades fueran un éxito, esos bartolinos y bartolinas que con cariño se han unido para hacernos más feliz y llevadera esta semana, esos amigos y compañeros del club que se han unido en las últimas etapas para hacer nuestro correr un disfrute entre amigos, y como no a todas las personas que siguen luchando contracorriente con esa enfermedad que aunque es dura, podemos y debemos hacer que no lo sea. Con ese legado nos hemos abrazado alrededor de cuarenta personas y hemos entonado nuestro grito de guerra para que resuenen de por vida en nuestros corazones. Mañana más, os esperamos.